Fue el martes 24 de marzo de 1992 cuando Susana
Higuchi Miyagawa denunció que familiares de su esposo, el presidente Alberto
Fujimori, vendían la ropa donada de Japón para provecho propio. En aquella
ocasión, Susana Higuchi señaló que Clorinda Ebisu, esposa de Santiago Fujimori –hermano
del presidente- escogía la ropa donada: la mejor la vendía en bazares y solo la
peor era donada.(1) Higuchi también indicó que Rosa Fujimori –también hermana
del presidente y esposa de Víctor Aritomi, embajador de Perú en Japón
(1991-2000)- era responsable por la venta de la ropa donada.
El siempre polémico congresista Víctor Andrés
García Belaunde, declaró en aquella época que el valor de las donaciones ascendía
entre US$ 50 y US$ 80 millones.
Yo he revisado en diarios y revistas las noticias
que van desde el 25 de marzo hasta el 5 de abril de 1992. La principal noticia
era la venta de la ropa donada de Japón que era, hasta ese momento, la mayor denuncia
de corrupción del gobierno de Alberto Fujimori. También los diarios especulaban
que Susana Higuchi tenía ambiciones políticas y que quería ser candidata a la
alcaldía de Lima afines de ese año.
Mientras el fiscal Víctor Cubas Villanueva realizaba
la investigación para el Ministerio Público, en la Cámara de Diputados se
planeaba conformar una Comisión Investigadora del caso, la que nunca se realizó
porque se disolvió el Congreso. Por esta razón muchas piensan, incluso yo, que uno
de los motivos del golpe de Fujimori en 1992 fue para parar las investigaciones
de la venta de la ropa donada.
El golpe fue en la noche del domingo 5 de abril,
cuando las revistas Sí y Caretas –las de mayor circulación de la época- ya
habían cerrado su impresión. Por esta razón, estas revistas no publicaron nada
del golpe cuando salieron a la venta el lunes 6 de abril, sino sus principales
reportajes eran sobre la venta de la ropa donada. En cambio los diarios si
hablaron del golpe y desaparecieron las noticias de la venta de la ropa donada.
A continuación, el reportaje sobre el caso de la revista Caretas del lunes 6 de
abril de 1992.
Después del golpe, en mayo de 1992, Susana Higuchi
habría sido torturada con electroshocks en el sótano del Servicio de Inteligencia
del Ejército como represalia por su denuncia (2). Hoy Rosa Fujimori y Víctor
Aritomi están prófugos de la justicia peruana.
NOTA
(1) “24 de marzo de 1992: El autogolpe de Susana
Higuchi y la ropa donada del Japón” en La República, 5 de abril del 2012 (Ver aquí)
(2) “Denuncias Toman Cuerpo” en Caretas, 28 de
febrero del 2002 (Ver aquí)
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