Mapa de la época en donde figuran Pacocha, Loreto, Locumba, Camiara y Cinto. Foto: Atlas Geográfico del Perú de Mariano Felipe Paz Soldán (1865).
Este 1° de abril se recuerda 140 años del combate de Locumba en la Guerra con Chile, el cual fue la primera acción bélica de la guerra en donde participó Gregorio Albarracín Lanchipa. Fue un triunfo peruano muy poco recordado en el Siglo XIX, pero tomó cierta relevancia con los homenajes que se realizaron con motivo del centenario de la guerra. Por esa época, Locumba era un pueblo de 300 habitantes.
El coronel Albarracín era un veterano militar que
lideró una montonera que combatió la invasión boliviana del sur de Perú en
1842. Participó en varias guerras civiles y revoluciones, la última en 1874,
formando una montonera en Tacna a favor del levantamiento de Nicolás de
Piérola.
Tras la declaración de la guerra por Chile, se
formó con pobladores de Tacna un escuadrón de caballería que se puso al mando
del coronel Albarracín con el nombre de Flanqueadores de Tacna, que contaba con
unos 100 hombres. El 18 de noviembre de 1879, entabla un tiroteo con fuerzas
chilenas cerca a la localidad de Tana (Tarapacá), actualmente territorio
chileno.
Para 1880, los Flanqueadores de Tacna contaban con
133 caballos, según el chileno Benjamín Vicuña Mackenna (Historia de la Campaña
de Tacna y Arica, p. 665)
Para los últimos días de marzo de 1880, el ejército
chileno, al mando del general Manuel Baquedano, ocupaba Ilo y Moquegua y se
alistaba para desplazarse al sur y combatir al ejército aliado en Tacna. Para
reconocer el camino a Tacna, envío varias expediciones, una de ellas, una
fuerza al mando del comandante Diego Dublé Almeida, quien fue un destacado
intelectual dentro del ejército chileno: tradujo del inglés al español el
“Tratado de Artillería y Blindaje” de Alexander Holley y fue autor de varios obras
militares. También dejó escrito unas memorias sobre la guerra, publicadas
póstumamente con el nombre de Diario de Campaña.
Según Dublé, él sugirió realizar una excursión a
Locumba solicitando tres personas montadas, pero se le dieron 25 hombres. La expedición
salió el 31 de marzo de 1880 de Pacocha compuesta por Dublé, el capitán Ramón
Rojas Almeida, el alférez Luis Almarza, un cabo, un guía y 21 hombres, todos a
caballo.
Gregorio Albarracín. Foto: http://gdp1879.blogspot.com/
VERSIÓN
PERUANA DEL COMBATE
Solo existe un sucinto parte de Gregorio Albarracín
sobre el combate, quien lo envió por telegrama a Lizardo Montero, jefe Político
y Militar del Sur. Es el siguiente:
“Locumba, 1
de abril de 1880
Sor General
Montero
Arica
En la mañana de hoy a las 8 am
me dio parte don Juan Maclean de que los enemigos habían amanecido en
Chivienta. Al momento me puse en marcha sobre el enemigo. No encontrándolos
allí bajé a Locumba en donde los encontré y procedí a atarcarlos en unión de
los Nacionales, dando por resultado la fuga de ellos dejando tres muertos, un
capitán Ramón Matías Aliricida. Prisioneros el primer… y Jefe de Estado Mayor
Dublé Almeida fugó. Por mi parte he tenido la desgracia que ha muerto el
sargento primero Angel Mendieta y un herido. El detalle la pasaré después por
tener en fecha persiguiendo al enemigo. Tengo además 8 prisioneros. Debo
advertir que esta fuerza no es la misma que estuvo en Chivienta, pues allí
tomaron a Don Celestino Vargas hijo y no dan noticias de él.
Albarracín”.(1)
Resulta raro que teniendo el ejército de Lizardo
Montero un periódico oficial llamado “Boletín de la Guerra”, que se publicaba
en Tacna, nunca se haya publicado allí una versión de este combate. Puede ser
por falta espacio (tenía solo cuatro páginas y salía dos veces a la semana) o
porque Albarracín era un conocido pierolista y Montero era civilista, ambas
posiciones políticas antagonistas. Es mas, Albarracín y sus hijos fueron fieles
a Piérola hasta los últimos días de su gobierno en 1881.
Hay una versión del combate que apareció en el
diario limeño “El Nacional”, la cual tiene algunos detalles más del combate:
“Serían las 8
A.M. cuando una avanzada de chilenos, compuesta de 60 hombres, descendían los
cerros que guardan la fértil quebrada de Chironta; entraron a la hacienda
Sologuren i H., i después de saquear la casa, pasaron a la de los señores
Vargas i Maclean.
El señor
Vargas fué hecho prisionero; el señor Maclean pudo escapar, fué a dar oportuno
aviso al coronel Albarracín, que se encontraba en la quebrada de Sagoya (dos
leguas distante).
Los chilenos
entraron al valle de Locumba por tres partes; 60 por Chironta, 30 por Locumba i
50 o 60 por Sinto.
Cuando el
coronel Albarracin, al mando de su escuadron llegó a Chironta, ya los chilenos
se habían retirado llevándose prisionero al jóven Vargas. Entónces siguió a
Locumba donde sabia existían enemigos.
En ménos de
diez minutos los chilenos abandonaban el campo, dejando 20 caballos i varias
armas, 8 soldados i 2 oficiales. El jefe Dublé Almeida, gracias al buen caballo
que montaba, pudo escapar acompañado de 3 soldados, los demás huyeron a pié
internándose en las viñas…
Si el coronel
Albarracin tuviera una buena caballada, es seguro que ninguna hubiera escapado.
Por nuestra
parte, ha perdido a un sarjento 1° Mendieta, también tenemos un herido”.(2)
Como vemos, el coronel Albarracín fue a buscar al
grupo de chilenos que había secuestrado a Celestino Vargas y encontró en
Locumba a otro grupo menos numeroso, dirigido por Almeida. Al mismo tiempo del
combate, habían chilenos en Cinto y Camiara,(3) a unos 12 kilómetros de
Locumba. Para el ataque contó con el apoyo de los guardias nacionales o
milicias de la zona, que contaban con unos 60 hombres sin caballos “mal
armados”, según el propio Albarracín.(4)
Santuario Señor de Locumba. Foto: NoticiasITV.com
VERSIÓN
CHILENA DEL COMBATE
La versión chilena fue escrita por Dublé Almeida y
es más prolija en detalles y bien escrita. Cuenta que la mañana del 1° de abril
llegó a Camiara (la llama Cameara), en donde le informaron que el escuadrón de
Albarracín estaba en Sagoya, tres leguas al interior, y que la guardia nacional
del pueblo se había dispersado.
“En Sitana se
nos comunicó que en Locumba solo existían algunas familias que eran víctimas de
los desmanes de los chinos, que cometían toda clase de tropelías”.(5)
Dublé Almeida cuenta que a las 11 am llegó a la
hacienda Valdivia, propiedad de un señor Cornejo, a 800 m de Locumba. Allí
recibió la visita de un italiano que dijo ser cónsul y que los nacionales de
ese lugar habían huido al saber que habían fuerzas chilenas en Cinto. El
italiano fue al pueblo con el capitán Rojas y después él regresó diciendo que
no había autoridad alguna en el pueblo porque días antes había salido el
gobernador y que el sacerdote de la iglesia habló en nombre de la gente reunida
diciendo que podían entrar al pueblo con seguridad. Luego de eso, el
destacamento chileno ingresó al pueblo.
“Se apostaron
tres centinelas para que dieran aviso de cualquier movimiento que notaran en el
pueblo. Entré a un despacho de un italiano situado en una esquina de la plaza
para comprar algo que almorzara la tropa. En ese momento se me acercó el
sacerdote que habia en el lugar i me invitó a almorzar a la pieza contigua al
despacho por el lado de la calle. Allí entré con el capitán Rojas i el alférez
Almarza, dejando nuestros caballos al lado de afuera, atados a una baranda, con
un soldado al cuidado de ellos.
Mientras se
servia el almuerzo, el sacerdote me pidió algunos soldados para enterrar a un
individuo que habia muerto, para lo cual no habia conseguido la ayuda de la
jente del pueblo. Habia dado órden para que 8 soldados lo llevasen al
cementerio que estaba como a 200 metros de la plaza, cuando supe que la
defunción habia tenido lugar solo hacia dos horas. Indiqué al sacerdote que
esperase hasta el dia siguiente, i dí contra-órden.
Cuando
principiábamos a almorzar, el sacerdote se retiró por la puerta interior de la
habitación que ocupábamos. En ese instante el sarjento de Cazadores grita: ¡El
enemigo, mi comandante! I al mismo tiempo se sintió una descarga i continuó el
fuego con viveza en todo el pueblo. Al levantarnos de la mesa para salir a la
calle, del interior de la casa hicieron fuego sobre nosotros. Afuera reinaba la
mayor confusión. Se habia hecho fuego sobre los Cazadores que tenían sus
caballos de las riendas. Los caballos, heridos i asustados, arrastraban a los
soldados, que no podían montar en ellos, i tenían que abandonarlos para
defenderse.
El enemigo
hacia fuego desde el interior de las casas, desde una viña que hai cerca, i
desde una pequeña altura donde está el cementerio, al Norte del pueblo. Montado
que hube a caballo, me adelanté a la plaza, donde habia 3 soldados de Cazadores
que a pié disparaban sus armas hacia la viña, pero sin ver al enemigo. El
sarjento de Cazadores se me unió i me dijo que la única retirada que teníamos
(el camino por donde habíamos entrado a Locumba) estaba interceptado por
caballería enemiga a distancia de 300 metros del pueblo. No teniendo conmigo
sino al sarjento i mi ordenanza, con ellos me abrí paso por entre el enemigo.
Este nos persiguió por el fondo del valle como seis kilómetros, donde
encontramos una angosta senda para subir los elevados cerros del lado Norte,
ascensión que efectuamos a pié para no fatigar los caballos, de los cuales el
mio estaba herido de bala.
En nuestra
retirada alcanzamos a 5 Cazadores que ántes que nosotros habían salido del pueblo.
En la altiplanicie no encontramos enemigos. Detuvimos la marcha para protejer a
los que pudieran escapar de la celada en que habiamos caído, pero ninguno se
presentó. Continuamos camino hácia
Loreto, pero habiéndose estraviado el guía llegamos en la mañana de ayer a
Rinconada, i anoche a este puerto…
No me es
posible calcular el número de enemigos…
Del personal
de reconocimiento que marchó a mi cargo han vuelto:
Teniente
coronel, don Diego Dublé Almeida.
Sarjento 2°,
Vicente Espinosa.
Cabo 1°, Juan
Muñoz.
Id. 2°, José Santos Arévalo.
Soldados:
Nicanor Ahumada, Agustin Basaes, José Segura, Luis Jara i Amador Fiugueroa.
Han quedado
en poder del enemigo:
Capitan, don
Ramon Rojas Almeida.
Alférez, don
Luis Almarza.
Corneta,
Candelario Ramirez.
Cabos 1: Juan
2° Muñoz i Martin Rojas
Soldados:
Doroteo Jara, Fidel Ortiz, Timoteo Ortega, Juan Illezas, Justo Pardo, José
Manuel Rivero, Manuel Gonzalez, Emilio Real, Pablo Galdames, Gavino Muñoz, José
de la Cruz Sanchez i Rejinio Morales”.(6)
Existe una versión del combate que circuló en
periódicos chilenos que pienso que pudo ser escrita por el mismo Dublé Almeida,
no solo porque toma cosas de su parte y tiene el mismo estilo de escritura,
sino porque él tenía correspondencia con el político chileno Benjamín Vicuña Mackenna,
ampliamente conocido en el periodismo de la costa sur del Pacífico.
Esta versión señala que “a juicio del comandante Dublé, el sacerdote que se presentó en la plaza
no lo era, i de seguro se había puesto la vestidura sacerdotal para mejor
llevar a cabo la felonía..”,(7) resaltando que el “pseudo sacerdote” trataba
de “dispersar la pequeña fuerza de
Cazadores” para que caigan en una celada. La cuestión es que el ataque
peruano los agarró desprevenidos.
“Estos habían
hecho una descarga sobre los Cazadores que estaban sentados al frente de la iglesia
con sus caballos de la rienda… Los caballos, heridos i espantados, huian en
todas direcciones, siendo mui pocos los soldados que consiguieron montar los suyos….
El centinela
apostado en la torrecilla de la iglesia, que fué el primero que diera el grito
de alarma, disparaba también su arma en todas direcciones, dispuesto a quemar el
ultimo cartucho. ¡Quien sabe qué suerte ha corrido ese bravo Cazador, ese héroe
anónimo!....”,(8) manifiesta esta crónica.
Como vemos, el combate se inició cerca de la
iglesia, conocida como Santuario del Señor de Locumba, cuyo origen es de la
época colonial y que hasta ahora existe.
ANÁLISIS Y
CONCLUSIÓN
Creo que la versión de que el sacerdote de Locumba
distrajo a los chilenos e intentó dividirlos para hacerlos caer en una celada
es una exageración de la actuación del sacerdote, o probablemente, no existió y
solo fue una excusa por no prever o darse cuenta del ataque peruano, el cual
fue sorpresivo, solo duró 10 minutos según otra versión y como dice la versión
de Dublé, cogió a los jefes chilenos en pleno almuerzo. Lo cierto es que esta
versión sirvió al comandante Dublé para salir airoso en el Consejo de Guerra,
en donde fue defendido por su hermano, Baldomero Dublé Almeida,(9) quien
moriría después de la batalla de San Juan del año siguiente.
Para que haya sido celada o emboscada, Albarracín
tuvo que haber sabido que los chilenos iban a llegar o haberlos estado
siguiendo o esperando, pero ni uno ni lo otro. Como vimos anteriormente,
Albarracín estaba buscando una expedición chilena que había secuestrado al hijo
de Celestino Vargas, pero en Locumba encontró una expedición diferente a la que
atacó y logró sacarlos de Locumba.
Fue un combate corta duración. Además de los 8
prisioneros, los chilenos también tuvieron 6 muertos.(10)
NOTAS
(1) Guerra con Chile. Partes Oficiales (1992).
Lima, Perú: Editorial Los Pinos, p. 29. Telegrama de Albarracín a Montero.
(2) Pascual Ahumada Moreno (1886). Guerra del
Pacífico, recopilación completa de todos los documentos oficiales,
correspondencias y demás publicaciones referente a la guerra que han dado a la
luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de
importancia, tomo II. Valparaíso, Chile: Imprenta i Lib. Americana de Federico
T. Lathrop, p. 482. Correspondencia a El Nacional de Lima.
(3) Guerra con Chile. Partes Oficiales (1992).
Lima, Perú: Editorial Los Pinos, p. 30. Telegrama del comandante militar Manuel
Angulo a Montero; Buena Vista, abril 1° de 1880.
(4) Ibídem, p. 32. Telegrama de Albarracín a
Montero; Buena Vista, abril 6 de 1880.
(5) Ahumada, Op. Cit., pp. 478-480. Parte oficial
de Diego Dublé Almeida; Pacocha, Abril 3 de 1880.
(6) Ídem.
(7) Ahumada, Op. Cit., pp, 480-482. Reconocimiento
del valle de Locumba; Pacocha, Abril 3.
(8) Ídem.
(9) Gonzalo Bulnes (1914). Guerra del Pacífico. De
Tarapacá a Lima. Valparaíso, Chile: Sociedad Imprenta y Litografía Universo, p.
239.
(10) Mauricio Pelayo González (2019).
Los que no volvieron. Los muertos en la Guerra del Pacífico. Santiago, Chile:
RIL editores, p. 151.
Taito Supply of Metal T-Shirts | T-Shirts | T-Shirt
ResponderBorrarTaito Supply of Metal T-Shirts · Shirts with apple watch 6 titanium T-Shirt babylisspro nano titanium · Shirts citizen titanium dive watch with T-Shirts · ford fusion titanium for sale T-Shirts with T-Shirt · T-Shirts with T-Shirt · T-Shirts apple watch series 6 titanium with T-Shirt · T-Shirts with T-Shirt