A las 10 am, si no sucede nada
inusual, Manuel Merino debe juramentar como nuevo presidente de Perú. Mal que
bien, Merino no tiene actos de corrupción conocidos y tiene una bancada que lo
apoya en el Congreso, porque existen muchas posibilidades de que también se
presente una moción de vacancia contra él en las próximas semanas.
La vacancia de Martín Vizcarra
fue un proceso que comenzó cuando se eligió este Congreso. Vizcarra se va a
lamentar toda la vida no haber apoyado ningún partido político en esas
elecciones, porque se quedó sin bancada ni defensa en el Parlamento.
Lo que yo veo, es que había un
gran antivizcarrismo entre los congresistas porque sentían que Vizcarra había
destruido la clase política. La vacancia de Vizcarra permite un resurgimiento
de estos viejos partidos políticos. También había una posición anticaviar,
porque un sector político sentía que los “caviares” apoyaban a Vizcarra. La posición
de los antauristas, del Frente Amplio y del Frepap la veo como una posición extremista
antitodo y va en sentido de apoyar una nueva Constitución, aunque en este
último punto estoy de acuerdo con ellos.
Lo cierto, es que era difícil defender
a Vizcarra porque muchos pensamos que sí es un presidente coimero. Si yo no
estoy en el centro de Lima tirando piedras al Congreso, es porque creo que las
acusaciones de que Vizcarra pidió sobornos para el proyecto Pasto Grande o el Hospital
Regional de Moquegua cuando fue gobernador regional de Moquegua, son ciertas. Solo
estoy en contra de la vacancia, porque faltaban cinco meses para las elecciones
generales.
Para mí, el que Vizcarra se haya
confabulado para suceder a PPK en el 2018 o el favorecimiento en contratos estatales
a Richard Swing, son cosas de política o que siempre suceden en el Estado, nada
que no haya podido suceder en los recientes gobiernos de Ollanta o Alan. Pero
el caso de sobornos en Moquegua sí es algo grave, por más que aún este en
investigación.
¿Qué se nos viene? Los fiscales
Juárez y/o Chirre, quienes investigan a Vizcarra por sus actos de corrupción,
podrían pedir prisión domiciliaria para el expresidente.
En economía no creo que nos vaya
mal. Habrá un alza del dólar y caída en la bolsa, pero no será duradero. El termómetro
ideal para ver el comportamiento de la economía son los comunicados de la
Confiep. Durante el proceso de vacancia, la Confiep no emitió ningún comunicado
de apoyo a Vizcarra, en cambio, después de producirse esta, emitió un comunicado
haciendo “un llamado a la serenidad, pero sobre todo al irrestricto respeto a
la Constitución”. Así que los gremios empresariales no los veo molestos con la caída
de Vizcarra como lo veo con la ciudadanía en las calles.
Por lo pronto, veo que el Congreso
está apurado en designar a los magistrados del Tribunal Constitucional (TC). El
actual TC me parece que trabaja más o menos bien, con un adecuado balance entre
conservadores, fujimoristas, liberales e izquierdistas. Yo espero que el Congreso
no elija solo magistrados de un solo bando en el próximo TC; por lo pronto, el
Partido Morado y el Frente Amplio se está quejando de la eliminación de algunos
de sus candidatos favoritos.
Algunos amigos míos se sorprenden
de la actitud de Acción Popular, porque votaron por el partido de la lampa en
las elecciones municipales y congresales, pero son vizcarristas. Les recuerdo
que Acción Popular apoyó el Golpe de Estado de 1962 y y tuvo un presidente
transitorio en el 2000, nada que no haya pasado hoy. Además que cuatro de los
cinco congresistas del anterior Parlamento, eran claramente antiVizcarra.
En cuanto a elecciones, Guzmán
está aprovechando el momento para relanzar su candidatura presidencial; ya no
le veía opciones para el próximo año, pero ahora sí. Forsyth también puede
aprovechar el momento y ganar a los partidarios de Vizcarra, si es que es bien
asesorado.
Por la otra posición, veo muchos
candidatos. Keiko Fujimori y César Acuña pueden fagocitarse, porque abarcan el
mismo espectro político. Recordemos que en la primera vuelta del 2016, Keiko
obtuvo 33% de los votos totales porque absorbió gran parte de la preferencia electoral
de Acuña, que antes de ser sacado de la carrera electoral, tenía 13% en las
encuestas. Sinceramente, dudo que alguno de ellos pueda tener más de 15% en las
próximas elecciones.
Urresti seguirá con su discurso
de seguridad, antiAFP y antifujimorista que tanto popularidad le ha dado y lo
sigo viendo como uno de los favoritos a pasar a segunda vuelta.
Si Yonhy Lescano es el candidato
de Acción Popular, podría pasar a segunda vuelta con su discurso de centroizquierda
y antiempresarial, pero sí es Alfredo Barnechea, no creo que llegue ni al 6% de
las elecciones del 2016.
A Antauro Humala no lo veo de
izquierda como lo califican muchos. Es popular, antiempresarial (a veces) y
extremista, pero no es de izquierda, sino más cercano al fascismo. Siempre ha
sido fuerte en el sur del país y él candidato que levante las banderas de
Antauro (porque él no puede postular), tendrá una gran votación en esa parte del
país.
En la izquierda hay una división
notoria. Por una parte tenemos a Marco Arana, que apoyó la vacancia y siempre
ha estado en contra de las medidas del gobierno. Por otro, a Verónika Mendoza,
que se ha radicalizado en los últimos años, pero su postura fue en contra de la
vacancia y cuenta con cierto apoyo entre los progresistas limeños. No veo a ninguno
de ellos en segunda vuelta.
En cuanto al gobierno que se nos
viene, Merino nombraría un gabinete en consenso con Fuerza Popular, Alianza
para el Progreso, Podemos y Somos Perú, aunque con muchos independientes. En su
anterior paso por el Congreso, Merino se había mostrado como alguien de
centroderecha, no creo que haya cambiado esa posición.
http://elinaresm.blogspot.com/2020/09/vizcarra-y-el-antivizcarrismo.html
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