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Ingeniero en Industrias Alimentarias de la Universidad Nacional Agraria La Molina, pero que se dedica a un montón de cosas, como escribir en sus ratos libres. Gusta de política, economía, fútbol, música, entre otros. Hobby principal: investigación histórica, principalmente a la Guerra con Chile, y también investiga sobre el actual desarrollo de las empresas peruanas. Es coautor del libro "La Última Resistencia. La batalla en el Morro Solar de Chorrillos el 13 de enero de 1881".

jueves, 19 de noviembre de 2020

Entrevista a Francisco Sagasti en 1948

 

El Comercio, martes 16 de agosto de 1948

Francisco Rafael Sagasti Saldaña, abuelo del actual presidente de Perú, fue uno de los peruanos sobrevivientes de la Guerra con Chile (1879-1884) que le tocó combatir en las batallas de Tarapacá (27/11/1879) y Campo del Alianza (26/05/1880) y después en la Campaña de la Resistencia, además que después de la guerra fue ayudante del general Andrés A. Cáceres y estuvo en la guerra civil de 1895. Su nombre aparece en una lista de sobrevivientes de esta batalla del 17 de noviembre de 1917 con el grado de capitán, aunque en esa fue cabo, como veremos después.

Sagasti integró el batallón Lima N° 8 que tuvo como jefe al teniente coronel Remigio Morales Bermúdez, que años después fue presidente de Perú (1890-1894) y uno de sus nietos, Francisco Morales Bermúdez, fue dictador del país (1975-1980). Este batallón junto con el Puno N° 6 conformaron la 3ª División del ejército al mando del general Manuel González La Cotera, que se transportó por mar y llegó a Pisagua (en esa época, puerto peruano, hoy en territorio chileno) en abril de 1879, cuando la guerra ya había estallado. Después, la división pasó al mando de Justo Pastor Dávila y se le renombra como División Vanguardia.

En la batalla de Tarapacá, la División Vanguardia participó en los últimos minutos del enfrentamiento, pues al inicio estaba en Pachica, 20 kilómetros al norte del pueblo de Tarapacá.

Uno de los soldados sobrevivientes del Lima N° 8 fue Francisco R. Sagasti, quien dio una entrevista al diario El Comercio el 16 de agosto de 1948, cuando el militar era un anciano de 87 años que conservaba el grado de capitán.

“Me rompí, o mejor dicho un automóvil me rompió la pierna, y ya estoy como nuevo”, señala Sagasti el día de la entrevista, contando que ingresó a la Escuela de Clases de Chorrillos en 1877 y cuando se disolvió el batallón Pichicha N° 1 por el asesinato de Manuel Pardo (24/11/1878), se conformó el Lima N° 8.

“Entonces nos trasladamos al cuartel de Guadalupe -continúa diciéndonos- y algún tiempo más tarde nos cambiaron los fusiles Comblain por otros, marca Chassepot. De Guadalupe nos mandaron al Arsenal. La situación política se tornó entretanto sumamente tensa. Y por eso xel 2 de Abril de 1879 nos embarcamos en el transporte “Chalaco” junto con otros cuerpos. Íbamos formando parte del mismo batallón los que hoy somos sobrevivientes de la batalla de Tarapacá, el Mayor Fernando Chávarri, el Cap. Ricardo Ríos Balta, ambos como soldados, y yo que iba como cabo”.

Según El Comercio, el relato de Sagasti era de “extraordinaria precisión… minuciosos y realmente nos abruman”. Sagasti cuenta que conoció Agua Santa, Pozo Almonte, Iquique, La Noria, Peña Chica, Santadela, Ramírez, Negreiros y Dolores, además que fue instructor de los hijos de Morales Bermúdez.

Sobre su uniforme, Sagasti señala que “era celeste verdoso” y que no conocían las botas.

“A veces caminábamos descalzos. No estábamos preparados como los chilenos. Ellos usaban un buen uniforme azul con botas cortas, color amarillo y hasta las cantineras tenían tan buen calzado. Además los chilenos tenían dos morrales. Uno con alimentos y otro con medicinas. Nosotros comíamos como podíamos y cuando podíamos. En una ocasión nos bebimos…”, contó Sagasti, haciendo gestos de que no quería hablar de eso.

Sobre Tarapacá y la retirada a Arica, la nota dice lo siguiente:

“El entonces cabo Sagasti trabajaba en la oficina del Comando, cuando se enteraron los jefes de la presencia de fuerzas enemigas. Nuestro interlocutor nos explica la configuración del terreno. Tarapacá es un codo de cerros, con una entrada y una salida.

La lucha fue tremenda. La seguimos en el relato fluido de don Francisco Sagasti. Al fin los peruanos coronaron su esfuerzo. Pero no por eso disminuyeron las aflicciones de los soldados. Las marchas que siguieron realizando hacia Arica fueron terribles. En el pueblo de Camiña distribuyeron a la tropa pedazos de cuero para que se confeccionara ojotas, pues muchos llevaban los pies envueltos en trapos”.

Sobre su estadía en Arica y la batalla del Campo del Alianza, Sagasti manifiesta lo siguiente:

“Ayudamos a fortificar Arica. Yo recuerdo como se izaba con sogas un cañón hasta la cumbre del morro. También recuerdo la entrada de la “Unión”. Nos trajo vestuario nuevo. Nos bañamos en el mar y nos cortaron “a coco” para quitarnos los animalitos que nos habían acompañado.

Reconfortados partimos hacia Tacna para tomar posiciones en el lugar denominado Alto del Alianza. Estábamos junto con los bolivianos. Ellos tenían uniforme blanco y faja roja en la cintura. Perdimos, ya se sabe. Luego regresé a Lima y de aquí me fui a seguir la campaña de la Breña”.

El reportaje finaliza con lo siguiente:

“Al salir, conversamos con uno de sus hijos y nos enteramos así que el viejo soldado al saber del conflicto del Norte, en 1941, inmediatamente se puso a órdenes del Estado Mayor. Fue su ¡presente! Y también su ejemplo digno de una voluntad indeclinablemente firme en 87 años de vida.

Estamos nuevamente en la puerta. El Comandante nos habla de la victoria de Zarumilla. Pensamos así que un vencedor de antaño se siente identificado con el vencedor moderno, porque ve reverdecer los laureles de la Gloria”.

Mi amigo Jonatan Saona me hace notar que él no fue el único de su familia en pelear en la guerra. Él encontró a un sargento mayor Francisco Sagasti que cuando inició la guerra era teniente, estuvo en las batallas del sur y murió en la batalla de Huamachuco siendo tercer jefe del batallón Pucará N° 3, dejando viuda y tres hijos.

Por cierto, la familia Sagasti es longeva. Uno de sus hijos, Virgilio Horacio Sagasti Miller, a inicios de siglo obtuvo una pensión del Estado de S/ 920 aprobada por el Congreso de la República (Resolución Legislativa N° 28200, El Peruano 2 de abril del 2004), pensión que fue asumida por el Ministerio de Defensa.

 


martes, 10 de noviembre de 2020

Lo que se nos viene

 

A las 10 am, si no sucede nada inusual, Manuel Merino debe juramentar como nuevo presidente de Perú. Mal que bien, Merino no tiene actos de corrupción conocidos y tiene una bancada que lo apoya en el Congreso, porque existen muchas posibilidades de que también se presente una moción de vacancia contra él en las próximas semanas.

La vacancia de Martín Vizcarra fue un proceso que comenzó cuando se eligió este Congreso. Vizcarra se va a lamentar toda la vida no haber apoyado ningún partido político en esas elecciones, porque se quedó sin bancada ni defensa en el Parlamento.

Lo que yo veo, es que había un gran antivizcarrismo entre los congresistas porque sentían que Vizcarra había destruido la clase política. La vacancia de Vizcarra permite un resurgimiento de estos viejos partidos políticos. También había una posición anticaviar, porque un sector político sentía que los “caviares” apoyaban a Vizcarra. La posición de los antauristas, del Frente Amplio y del Frepap la veo como una posición extremista antitodo y va en sentido de apoyar una nueva Constitución, aunque en este último punto estoy de acuerdo con ellos.

Lo cierto, es que era difícil defender a Vizcarra porque muchos pensamos que sí es un presidente coimero. Si yo no estoy en el centro de Lima tirando piedras al Congreso, es porque creo que las acusaciones de que Vizcarra pidió sobornos para el proyecto Pasto Grande o el Hospital Regional de Moquegua cuando fue gobernador regional de Moquegua, son ciertas. Solo estoy en contra de la vacancia, porque faltaban cinco meses para las elecciones generales.

Para mí, el que Vizcarra se haya confabulado para suceder a PPK en el 2018 o el favorecimiento en contratos estatales a Richard Swing, son cosas de política o que siempre suceden en el Estado, nada que no haya podido suceder en los recientes gobiernos de Ollanta o Alan. Pero el caso de sobornos en Moquegua sí es algo grave, por más que aún este en investigación.

¿Qué se nos viene? Los fiscales Juárez y/o Chirre, quienes investigan a Vizcarra por sus actos de corrupción, podrían pedir prisión domiciliaria para el expresidente.

En economía no creo que nos vaya mal. Habrá un alza del dólar y caída en la bolsa, pero no será duradero. El termómetro ideal para ver el comportamiento de la economía son los comunicados de la Confiep. Durante el proceso de vacancia, la Confiep no emitió ningún comunicado de apoyo a Vizcarra, en cambio, después de producirse esta, emitió un comunicado haciendo “un llamado a la serenidad, pero sobre todo al irrestricto respeto a la Constitución”. Así que los gremios empresariales no los veo molestos con la caída de Vizcarra como lo veo con la ciudadanía en las calles.

Por lo pronto, veo que el Congreso está apurado en designar a los magistrados del Tribunal Constitucional (TC). El actual TC me parece que trabaja más o menos bien, con un adecuado balance entre conservadores, fujimoristas, liberales e izquierdistas. Yo espero que el Congreso no elija solo magistrados de un solo bando en el próximo TC; por lo pronto, el Partido Morado y el Frente Amplio se está quejando de la eliminación de algunos de sus candidatos favoritos.

Algunos amigos míos se sorprenden de la actitud de Acción Popular, porque votaron por el partido de la lampa en las elecciones municipales y congresales, pero son vizcarristas. Les recuerdo que Acción Popular apoyó el Golpe de Estado de 1962 y y tuvo un presidente transitorio en el 2000, nada que no haya pasado hoy. Además que cuatro de los cinco congresistas del anterior Parlamento, eran claramente antiVizcarra.

En cuanto a elecciones, Guzmán está aprovechando el momento para relanzar su candidatura presidencial; ya no le veía opciones para el próximo año, pero ahora sí. Forsyth también puede aprovechar el momento y ganar a los partidarios de Vizcarra, si es que es bien asesorado.

Por la otra posición, veo muchos candidatos. Keiko Fujimori y César Acuña pueden fagocitarse, porque abarcan el mismo espectro político. Recordemos que en la primera vuelta del 2016, Keiko obtuvo 33% de los votos totales porque absorbió gran parte de la preferencia electoral de Acuña, que antes de ser sacado de la carrera electoral, tenía 13% en las encuestas. Sinceramente, dudo que alguno de ellos pueda tener más de 15% en las próximas elecciones.

Urresti seguirá con su discurso de seguridad, antiAFP y antifujimorista que tanto popularidad le ha dado y lo sigo viendo como uno de los favoritos a pasar a segunda vuelta.

Si Yonhy Lescano es el candidato de Acción Popular, podría pasar a segunda vuelta con su discurso de centroizquierda y antiempresarial, pero sí es Alfredo Barnechea, no creo que llegue ni al 6% de las elecciones del 2016.

A Antauro Humala no lo veo de izquierda como lo califican muchos. Es popular, antiempresarial (a veces) y extremista, pero no es de izquierda, sino más cercano al fascismo. Siempre ha sido fuerte en el sur del país y él candidato que levante las banderas de Antauro (porque él no puede postular), tendrá una gran votación en esa parte del país.

En la izquierda hay una división notoria. Por una parte tenemos a Marco Arana, que apoyó la vacancia y siempre ha estado en contra de las medidas del gobierno. Por otro, a Verónika Mendoza, que se ha radicalizado en los últimos años, pero su postura fue en contra de la vacancia y cuenta con cierto apoyo entre los progresistas limeños. No veo a ninguno de ellos en segunda vuelta.

En cuanto al gobierno que se nos viene, Merino nombraría un gabinete en consenso con Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Podemos y Somos Perú, aunque con muchos independientes. En su anterior paso por el Congreso, Merino se había mostrado como alguien de centroderecha, no creo que haya cambiado esa posición.

Mi nota sobre el anterior proceso de vacancia:

http://elinaresm.blogspot.com/2020/09/vizcarra-y-el-antivizcarrismo.html