El primer caso de un hallazgo de un laboratorio clandestino de cocaína, fue en Perú en
el lejano marzo de 1939. Es una noticia que pasa cada inadvertida cuando se
trata de historias sobre el origen del tráfico ilícito de cocaína.
En este caso estaban involucrado
ciudadanos alemanes, lo que no resulta raro tomando en cuenta que en ese
entonces, Alemania tenía muchos profesionales químicos farmacéuticos, pues fue
un país pionero en ese sector en el mundo. Después de todo, fueron científicos
alemanes quienes por primera vez aislaron la morfina (1805) y la cocaína (1860)
y fue una empresa alemana (Bayer) la primera en comercializar la heroína (1898)
como medicamento para la tos.
LOS ALEMANES, LA COCAÍNA Y
OTRAS DROGAS.
Cuando inició el siglo XX, la
cocaína era un producto legal. Perú y Java Holandesa fueron los principales productores
de hoja de coca y cocaína cruda (sulfato de cocaína) que los laboratorios europeos, principalmente
alemanes, la convertían en clorohidatro de cocaína para uso médico, aunque ya era
muy conocido su uso recreativo.
En el período 1911-1913 la
producción mundial de clorohidrato de cocaína era un estimado de 16,700 Kg
anuales, de los que 11,700 Kg se producía en Alemania.(1) Los principales laboratorios
alemanes eran: Merck, Boehringer Mannheim, Knoll, Gehe, Riedel y Boehringer Ingelheim.(2)
Debido a las medidas de control
impulsadas por Estados Unidos, la producción mundial de cocaína cayó. En 1930 se
produjeron 4,680 Kg de clorohidrato de cocaína en todo el mundo, de los que 1,192 Kg
eran de Japón y 1,153 Kg de Alemania, una gran caída en comparación a los años
previos a la Primera Guerra Mundial como consecuencia de las medidas de control
de la Conferencia de Ginebra de la Liga de Naciones en 1925. Paradójicamente, Perú
fue uno de los países fundadores de la Liga de Naciones de 1920.
Si bien disminuyó la producción mundial
y alemana de cocaína, durante el Gobierno Nazi (1933-1945) en Alemania se
promovió la producción y consumo de otras drogas.(3)
LA INVESTIGACIÓN POLICIACA Y
EL LABORATORIO EN MIRAFLORES
En 1939 la cocaína era legal y
circulaba en algunas farmacias, pero su producción y comercialización estaba regulada.
Según investigación de la Subprefectura
e Intendencia de Policía de Lima, habían extranjeros que se dedicaban a la
venta de “drogas heroicas” (así la llamaban), “vendiéndolas a personas ya
conocidas por ellos que hacen uso de estos estupefacientes, frecuentando, para tal
objeto, la Plazuela de La Merced”.(4) El intendente Carlos Zapata Alayza ordenó
una vigilancia sobre los traficantes, localizando su domicilio donde elaboraban
la cocaína.
El reportaje sobre el caso publicado
el 31 de marzo de 1939 en el diario Universal, la casa de estos traficantes era
en el entonces balneario de Miraflores, precisamente en la calle Bellavista N°
576, el cual era vigilado.
“Fue así como pudo observarse que
a él ingresaban dos individuos extranjeros, los que internaban en dicha casa
frascos grandes, iguales a los que empleaban las farmacias, así como otros
implementos, no dudándose ya que en ella funcionaba el laboratorio clandestino que se trataba de descubrir” señala el
reportaje, agregando que el 28 de marzo se incursionó en el inmueble, encontrándose
el laboratorio clandestino con 400 gramos “más o menos” de “droga heroica”, “lista
ya para el comercio ilícito, otra cantidad en plena preparación y varias
tabletas de regulares dimensiones”.
La policía arrestó a los
ciudadanos alemanes Otto Lictzenmayer y Berthold Feuchtipger, dueños del
laboratorio clandestino, quienes fueron llevados a la Cárcel Departamental de
Varones.
La casa fue intervenida por el
juez instructor de turno Aurelio Villa García, el jefe de la sección narcóticos
de la Dirección de General de Salubridad Pública Carlos Avalos y del auxiliar
de dicha sección Luis García. Los funcionarios de salubridad determinaron que la
droga era clorohidrato de cocaína, “habiéndose decomisado, asimismo, los aparatos
y demás implementos empleados en su preparación”.
La policía formuló la denuncia
ante el Juzgado de Instrucción de turno, a quien le entregó la droga.
Busqué más noticias de este tema,
pero no encontré. Ignoró que pasó después con los dos ciudadanos alemanes, pero
sí puedo mencionar que cinco meses después se inició la Segunda Guerra Mundial.
La policía peruana no volvió a
encontrar un laboratorio clandestino de cocaína en Lima hasta el caso Villa
Coca en 1985, cuando explotó el segundo piso de una casa en Surquillo, pero esa
es otra historia.
NOTAS
(1) Bosman, Hans Harold (2012). The history of
the Nederlandsche Cocaïne Fabriek and its successors: as manufactorers of
narcotic drugs, analyzed from an international perpective. Hans Bosman,
p. 74.
(2) Ídem, p.77.
(3) Pi, Jaume (15/3/2020). El Tercer
Reich, un régimen de adictos (a las drogas). Recuperado de https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200315/474098557872/tercer-reich-regimen-adictos-drogas.html
(4) “Descubrieron las autoridades
un laboratorio clandestino de drogas heroicas en Miraflores”, en: diario
Universal, 31 de marzo de 1939.
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