Fue
ayer en la noche que me enteré que falleció Mario Brescia Cafferata, sin duda alguna, uno de los empresarios más importantes en la historia del país, junto con su hermano Pedro. Hoy
leí un comunicado sobre su fallecimiento que puede leerse aquí.
No
puedo negar que su desaparición fue una total sorpresa para mí, porque justo
este año él había asumido la presidencia del directorio de las empresa del Grupo
Brescia -como los llaman desde hace varias décadas- o Grupo Breca, -como ellos
prefieren llamarse-, reemplazando a su hermano Pedro (91 años), quien pasó
definitivamente al retiro. Él era el menor de cuatro hermanos (sus hermanas Ana
María y Rosa tienen 88 y 86 años respectivamente) y era lógico que Mario, de 83
años, permaneciera al mando de los negocios familiares por muchos años más. Estoy
seguro que nadie lo esperaba.
He
escrito por internet varias veces sobre los negocios de su familia, razón por
la cual periodistas de la revista Forbes se comunicaron conmigo hace cuatro
meses para determinar el monto de su fortuna, lo que hice con él, así como sus
hermanas y otros empresarios peruanos que aparecieron este año en la lista de
los hombres más ricos del mundo de esa revista.
La
primera vez que escuché sobre Mario Brescia fue hace unos 20 años. Mi abuelo
Máximo había trabajado en una de sus empresas: Tecnológica de Alimentos SA
(Tasa). Mi abuelo fue patrón de lancha bolichera Tasa IX entre los años 1967 y
1969. Él me contó que veía en el trabajo a Mario Brescia junto con sus hijos
(Fortunato, Mario y Pedro Brescia Moreyra). La pesquera Tasa de esa época no es
la misma de ahora. La Tasa original fue fundada a inicios de la década de 1960
y tuvo su final con la expropiación de la pesca en 1973. La Tasa actual nace en
julio del 2002, a pocos días después de que los Brescia vendieran sus acciones
en la cervecera Backus & Johnston, y en tres años se convierte en la mayor
pesquera de harina de pescado a nivel mundial gracias a diversas adquisiciones.
También
escuché de él cuando estaba en el colegio, más o menos en 1994. Uno de mis
compañeros del colegio me contó que su tío era chofer de la familia Brescia y
de los ricos que ellos eran aunque en esa época yo no conocía cuales eran sus
empresas principales. Fue recién cuando estudiaba en la universidad, más o
menos el año 2001, cuando ya iba a terminar la carrera, es que leí sobre los
hermanos Brescia en el libro “Los Dueños del Perú” de Carlos Malpica. De
inmediato leí otro libro de Malpica, tal vez el mejor que él haya escrito: “El
Poder Económico en el Perú”, en cuyo tomo I (en la Universidad Agraria sólo hay
dos tomos, pero yo tengo los tres tomos en mi biblioteca personal) tiene una
buena historia sobre la familia Brescia. Al poco tiempo apareció el libro “Estrategias
del poder: Grupos económicos del Perú” de Enrique Vásquez, el cual también
tiene una buena historia de la misma familia.
Lo
que más me llamó la atención de la familia Brescia es que los varones de la
familia, Pedro y Mario, había estudiado en La Molina como yo lo estaba haciendo
al momento que empecé a leer sobre ellos. En esa época -2002- ubiqué la tesis con
la que Pedro Brescia obtuvo su título de ingeniero, que databa de 1961, pero no
encontré ninguna tesis de Mario, siendo probable que su título haya sido
obtenido por medio de otra vía como las actuales: examen de grado, ciclo
optativo, etc.
La
única vez que pude conversar con Mario Brescia fue después de una junta de
accionistas de Rímac Seguros, el miércoles 28 de marzo del 2012. Fue la única
vez que lo vi en persona. Se veía bien para un hombre de su edad. Para ese
entonces su hermano Pedro, la cabeza del grupo empresarial por seis décadas, ya
no iba a las juntas de accionistas –que eran presididas por su hermano Mario- y
no se le veía en diversas reuniones donde sí asistía Mario.
En
aquella ocasión le conté a Mario Brescia que había estudiado en La Molina, al
igual que él, aunque mi carrera que no existía cuando él era alumno. También le
pregunté que como él siendo ingeniero agrónomo había terminado como principal
accionista en una empresa aseguradora. “Se presentó la oportunidad y una cosa
lleva a la otra”, fue lo que él me respondió.
Mario
Brescia ingresó al directorio de la Compañía Internacional de Seguros en 1955 y
llegó a ser su presidente del directorio en 1979, después que la familia
Brescia comprara las acciones que W. R. Grace & Co. tenía en esa
aseguradora. En 1992, Internacional de Seguros se fusiona con Seguros Rímac y
crea la empresa Rímac Internacional Seguros, ahora sólo Rímac Seguros, ocupando
Mario Brescia la vicepresidencia del directorio de la seguradora hasta marzo de
este año.
En
la última junta de accionistas de Rímac (19/03/13) ni si quiera Mario Brescia
estuvo presente. La junta fue dirigida por su sobrino Alex Fort Brescia, pero
se eligió a un directorio en donde estaba Mario Brescia y se anunció el retiro
de Pedro Brescia. Después de la junta, en la misma sala, en la sede principal
de Rímac Seguros en el distrito limeño de San Isidro, se realizó la reunión del directorio recién
elegido que eligió a Mario Brescia como presidente. Antes del inicio de esa sesión,
llegué a ver a Fortunato Brescia en la sala. Ahora me pregunto si Mario Brescia
no asistió por problemas de salud o si simplemente estaba en otros negocios.
Los
Brescia siempre fueron tímidos en cuanto a presentaciones en medios de
comunicación, como me lo ratificó Carlos Lozada Mendivil, gerente de imagen
institucional de Estratégica SAC, empresa que presta servicios de asesoría y
gerenciamiento a las otras empresas del grupo Breca. Me había comunicado con
Lozada para cotejar información sobre la familia Brescia a solicitud de Forbes.
Con este hermetismo es difícil saber que problemas de salud tuvo Mario Brescia
y desde cuando estuvo mal.
Mario
Brescia salió en cámaras más que su hermano Pedro, aunque poco de todas
maneras. Su última gran presentación televisada fue en CADE el año 2009. Su
discurso de aquel día puede leerse aquí.
El velorio de Mario Brescia es muy concurrido. Han ido políticos como Alan García y empresarios como José Miguel Morales Dasso.
El velorio de Mario Brescia es muy concurrido. Han ido políticos como Alan García y empresarios como José Miguel Morales Dasso.
En
fin, esta triste desaparición no hace sino acelerar la transferencia de la
dirección de las empresas de la familia Brescia a la tercera generación, que se
agilizará en las próximas horas.
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