Foto: Fidel Carrillo/Perú21
En el siglo XIX ya existía en Perú un grave
problema de trabajo infantil forzoso, ausentismo escolar, mendicidad y
delincuencia infantil; no es algo que proviene del siglo XX como muchos
piensan. Diversas noticias en los diarios de la época dan cuenta de este
problema.
En el verano de 1879, un niño de ocho fue acusado
de ladrón.
“Estremece imaginar lo que será cuando sea hombre
una criatura que á los ocho años de nacida ha tenido que purgar hazaña
semejante, en la que no haya tal vez otra cosa que la punible indiferencia de
madres que no merecen serlo”.(1)
Si existían problemas de delincuencia infantil,
debemos suponer que también había el problema de trabajo infantil forzoso.
La crisis originada por la guerra con Chile
(1879-1884) causó un aumento de mendigos. La pluma del literato Abelardo
Gamarra, nos dejó la siguiente crónica en el verano de 1880:
“Mendigos- La policía ha recojido el sábado algunos
mendigos, que siguiendo la antigua costumbre de limosneros en este dia, van de
puerta en puerta implorando la caridad pública.
Han sido conducidos al hospicio.
Esta medida debe ser empleada todos los sábados”.(2)
Ya con la capital ocupada por los chilenos
(1881-1883), surgió el problema de ausentismo escolar:
“Niños.- Hoi también han sido llevados a las
escuelas municipales, algunos niños por estar vagando por las calles de la
poblacion entretenidos en juegos ajenos de su edad i de sus circunstancias.
Hai necesidad de tomar algunas otras precauciones
con respecto a estos niños, pues sus padres o apoderados, los reclaman con
tenacidad i los preceptores se ven en la dura necesidad de tener frecuentes
molestias.
¿No sé podrá evitar este modo de correjir a los
niños vagos?”.(3)
Revisando las noticias de esa época, encontré una
crónica de enero de 1882 que se basa en la mendicidad, pero narra el caso de
niños explotados por adultos para mendigar. Me pareció increíble que los niños
contaran que su padre falleció en la batalla de Miraflores (la batalla en donde
fallecieron más limeños) para pedir limosna y también que los niños sean
explotados por mujeres que se hacen pasar por sus madres. Recuerdo que la
primera vez que vi esto último en la prensa fue en un reportaje del programa
televisivo de Hildebrandt allá por 1999, en donde las mujeres alquilaban niños
para pedir limosna. También hace algunos años salió un reportaje similar en la
prensa.(4)
La crónica fue publicada en un diario subsidiado
por el Ejército chileno, pero parece cierta, en base a las noticias previas que
ya se estaban dando en relación a este problema. El artículo a continuación:
“Los
mendigos en Lima.- Creemos que en
ninguna otra ciudad del mundo hai tantos mendigos como en Lima. El estudio que
puede hacerse de ellas es algo curioso.
Los mendigos en las calles de Lima se dividen en
varias categorías: los hai ciegos, mancos, cojos i esqueletizados, los cuales
parecen llevar en la frente el sello de la desgracia, i estar autorizados para
invadir los portales, las puertas de los templos i los lugares de paseo.
Los hai también de circunstancias, es decir, por el
estado de crisis en que la industria se encuentra; i estos no piden a todo el
mundo como los demás mendigos, sino que escojen a las personas que más fáciles
les parece de engañar; i, sea dicho de paso, raras veces se equivocan.
Algunos de ellos se proporcionan una renta de ocho
o diez soles diarios.
Hay también ciertas mujeres que, con el título de
madres de familia infelices, arrastran con ellas a unos niños que en nada les
pertenecen; el pilluelo sucio que cuenta que su padre murió en Miraflores i su
madre se encuentra ya agonizante en el hospital de Santa Ana; el militar herido
combatiendo por la patria i que, sin embargo no se batió en parte alguna; i la
niña de 7 á 8 años, delgada, harapienta, sucia, demacrada, embrutecida, i a
quien sus padres obligan a salir de limosnera, con el cargo de llevarles cierta
cantidad por la noche.
Los flautistas de la quena que entrando de casa en
casa, van pidiendo una limosna en cambio de una sonata.
Los linces estafadores que piden a domicilio. Estos
proporcionándose una lista de todas las personas caritativas, con su dirección
respectiva, anotan en un rejistro los nombres de los que ya han embaucado, con
la fecha en que lo hicieron, para no volver a pedirles. Pero algunas veces
mandan a un compañero de industria a la casa en que fueron socorridos, para
repetir el golpe, cuyo producto dividen por mitad entre ambos socios.
Hai además, otra clase de limosneros religiosos,
que salen con una imagen de Jesús o de la Virjen, i que van de casa en casa,
por los barrios apartados, pidiendo para las misas en que solo ellos consumen
el pan i la sangre de otros.
¿Podría la policía poner coto a estos abusos?” (5)
NOTA
(1) El Comercio. Lima, miércoles 5 de febrero de
1879. Interior, Callao.
(2) El Nacional. Lima, lunes 26 de enero de 1880.
Crónica local.
(3) La Situación. Lima, setiembre 13 de 1881.
Crónica.
(4) Ángel Arroyo. “Mafias alquilan a niños a S/.5
para que mendiguen en calles”, en Perú21. Domingo 26 de mayo del 2013. Se puede
leer aquí.
(5) La Situación. Lima, enero 14 de 1881. Crónica.
Interesante artículo y felicitaciones por la investigación. En este caso, no se puede decir que "todo tiempo pasado fue mejor", pero bien se aplicaría el de "nada hay nuevo bajo el sol"
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