Ladrillos sobre la ubicación de la Batería Provisional. Foto del autor.
El pasado 13 de enero subí al Morro Solar con un
grupo de amigos, como usualmente hacemos cada año para recordar a quienes combatieron
en la batalla que se llevó a cabo en 1881. La situación no ha cambiado para
nada en los últimos meses, sino ha empeorado. Las invasiones han aumentado y
realmente da una pena que ni la Municipalidad de Chorrillos ni el Ministerio de
Cultura hagan nada por contenerla.
Lo peor le ha pasado a la Batería Provisional, que
fue uno de los principales puntos de la defensa peruana en la batalla, en donde
estuvieron ubicados dos cañones lisos de 32 libras de calibre. Ahora la zona de
la Batería Provisional, donde hasta hace un par de años se encontraban restos
de madera de la cureña de los cañones, es utilizada como una suerte de almacén
de ladrillos al aire libre (ver foto de arriba). Encontramos dos pilas de ladrillos
nuevos y una persona que nos acompaño dijo que hace siete meses están esos
ladrillos al aire libre (desde junio), aunque obviamente los ladrillos están
rotando porque yo los vi nuevos y parece que no tuvieran meses a la intemperie.
Eso no es todo. Ahora el Morro Solar afronta un
nuevo tipo de “invasión”: los ciclistas.
Veo aficionados al ciclismo en la Zona Histórica
desde la primera vez que subí al Morro en el 2008. En la última década, ellos
han sufrido varios accidentes y asaltos que aparecían en noticias de diarios,
radio y televisión, por eso no me parece raro que se hayan organizado para
hacer algo por su seguridad. El problema es que se han tomado acciones más allá
de lo que debían hacer y están dañando la Zona Histórica.
Los ciclistas están agrupados en una página de
Facebook llamada “Todos x el Morro”. Para una membresía, se realizan donaciones
de S/ 65 mensual, S/ 185 trimestral o S/ 350 semestral, a las cuentas del Club
Deportivo Moxie, que tiene como presidenta Alexandra Valeria Whilar Dammert,
quien también es gerente general de la empresa Moxie SAC.
Todos x el Morro también tienen una tienda virtual
en su página web en donde venden productos a sus “asociados” (ver aquí).
Su labor sobre el Morro Solar comenzó hace un año y
al principio parecieron buenas: limpiaron de basura parte del Morro, pusieron
bancas en las alturas donde están las antenas de televisión y colocaron una
caseta de seguridad. Lo malo vino después.
Los ciclistas han alterado el paisaje natural y el
campo de batalla creando vías, rampas, etc., para la práctica de su deporte
(ver foto abajo). Lo peor es que prácticamente han destruido la subida histórica a
Marcavilca (altura donde se ubican las antenas retransmisoras de canales de televisión).
El camino por donde subieron las fuerzas peruanas en la batalla de 1881, ahora
es una vía de bajada de ciclistas -muy peligrosa para las personas que lo
recorren para subir- que por cada bicicleta que pasa destruye un resto
histórico de la batalla o pasa encima de ellos.
Los ciclistas han alterado el paisaje natural del Morro, pasando por encima de lugares en donde hay restos de la batalla. Foto del autor.
Tuve una mala experiencia la última vez al subir al
Marcavilca. No solo porque vi gran parte del paisaje natural destruido por las
vías de ciclistas, sino porque uno de esos deportistas que estaba bajando con
su bicicleta me dijo: Fuera mierda para apartarme del camino. Sé que todos son
buenas personas pero no falta siempre un maleducado y mal informado sobre el
uso que debe tener una Zona Histórica Intangible como lo es el Morro Solar.
Vi ese día que los ciclistas suben a las alturas de
Marcavilca llevados por una camioneta Pick Up con el logo de “Consorcio San
Juan de Lurigancho – contratista de Sedapal” (ver foto). Ya en las alturas, los
ciclistas descienden por la vía que ellos mismos han trazado y que como dije
antes, dañan el patrimonio histórico.
Ciclistas subiendo a las alturas del Morro. Foto del autor.
Un peligro que vi ese día, además que los ciclistas
pueden atropellar a alguien, es que pasaría si la camioneta que lleva a los
ciclistas se vuelca o atropella a alguna persona. Como esa carretera que hay en
el Morro no está autorizada por el Ministerio de Transporte ni es vía nacional,
allí no sirve el SOAT.
Comprendo que a los ciclistas les guste practicar
el deporte en el Morro porque en la ciudad están expuestos a muchos accidentes,
pero deberían realizar una actividad más limitada y regulada por la autoridad.
Reconozco que muchos de los amantes de la historia
y de los campos de batalla nos hemos quedado y no hemos sido diligentes en
cuidar el patrimonio del Morro ni en advertir como lo están dañando.
Espero que en el futuro el alcalde de Chorrillos, Augusto Miyashiro Ushikubu (cuyo
padre en 20 años al frente del municipio chorrillano no hizo casi nada por el
Morro), y la ministra de Cultura, Ulla Holmquist Pachas, se pongan a trabajar
por resguardar el Morro Solar, puedan impedir las nuevas invasiones, prohibir
que La Chira (también parte de la Zona Histórica Intangible) siga siendo usado
como relleno sanitario y regular su uso por los ciclistas, así como restaurar
las zonas que ellos han modificado.
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