Hacia el año 1863, el conflicto
entre Bolivia y Chile por los límites del desierto de Atacama estaba en un
punto álgido: la Asamblea de Oruro había autorizado al Ejecutivo boliviano a
declararle la guerra a Chile. Como siempre, la debilidad de Bolivia era su
poder naval: contaba como su buque más importante a la goleta Sucre, una
embarcación a vela que estuvo operativa entre 1844 y 1875 (1), mientras que
Chile contaba con buques a vapor, sobresaliendo la corbeta Esmeralda. Fue en
esas circunstancias que la Asamblea Nacional de Bolivia de 1863, le encargó al
empresario minero José Avelino Aramayo, contratar un empréstito en Londres y
comprar dos buques de guerra.
Según el historiador boliviano
Alfredo Crespo, el 16 de junio de 1864, en Inglaterra, Aramayo firmó cuatro
contratos con Peto y Betts para la construcción de ferrocarriles, para la
explotación de los depósitos de guano en la costa boliviana, para la explotación
de nuevos depósitos de minerales y para dos buques de guerra. Este último
contrato fue convenido en Londres con el ingeniero George Hinton Bovill y los
buques tendrían las siguientes características:
“Los buques serán de vapor,
tripulados, de 1200 toneladas de peso, completamente forrados con una coraza de
fierro y con 7 y medio pies de profundidad; es decir, 4 pies y 3 pulgadas sobre
el nivel del agua y 3 pies y 3 pulgadas bajo el nivel del agua.
El espesor de la coraza deberá
ser de cuatro y media pulgadas, de una plancha de fierro macizo, en un solo
espesor. Máquinas de vapor con fuerza de 800 caballos y con una buena actividad
de navío igual a este poder.
Cada navío tendrá dos torres o
cúpulas de revolver, para llevar en cada torre dos muy poderosos cañones
rifles, capaces de disparar tiros de 240 libras de peso. Los navíos deberán
estar completamente habilitados de mástiles y marineros, como para poder
navegar eficientemente y hacer el viaje al océano Pacífico a la vela.
El precio de dichos navíos será de 100 mil libras cada uno, excluyendo el armamento de cañones y municiones. Estos cañones inutilizarían cualquier buque blindado y destruirían cualquier buque de madera en pocos minutos”.(2)
Crespo reflexionó sobre que
hubiera pasado si Bolivia contaba con estos buques blindados en 1879: “Quizá el
combate naval de Angamos habría concluido de manera diferente” (3). No se
concretó esta adquisición porque cuando Aramayo retornó a Bolivia, encontró
indiferencia en el Gobierno de José María de Achá y también le criticaban la
comisión del 2% que él cobraba. Cuando Aramayo y el británico Ogilvie (autor de
un informe sobre la existencia de 3 millones de toneladas de guano en el
litoral boliviano) se presentaron ante el gabinete boliviano en Cochabamba,
para la ratificación de los contratos, se encontraron con la oposición del
ministro de Relaciones Exteriores, Miguel María de Aguirre, por lo que la
gestión se aplazó y después, Mariano Melgarejo realizó el golpe de Estado el 28
de diciembre de 1864, con lo que terminó cualquier gestión de empréstito para
adquirir buques blindados (4).
LOS BUQUES TORRE CONSTRUIDOS
POR LAIRD BROTHERS
Ahora veremos como habrían sido
esos blindados para Bolivia y donde habrían sido construidos. La descripción indica
que los buques serían turret ship o buques torre y para 1864 hasta 1866,
el único astillero que construyó este tipo de buque en Inglaterra era el Laird
Brothers en Birkenhead. En ese período, en Laird Brothers se construyó el buque
torre, o vapor de torreón blindado como lo llamaba Miguel Grau, Huáscar,
además de buques para Gran Bretaña, Brasil y Países Bajos o Nederland. Estos
buques tenían una torre giratoria de la patente del capitán Cowper Phipps Coles,
que giraban a mano, mientras los monitores estadounidenses usaban la torre
giratoria diseñada por el sueco John Ericsson, que giraba a vapor. Después
surgió un diseño francés de las torres giratorias que usaban los buques
construidos en ese país.
A continuación, vamos a ver que
buques de dos torres, como los que quería Aramayo para Bolivia, que se
construyeron en Laird Brothers.
El Scorpion y el Wivern
Cuando Aramayo firmó el
precontrato para los buques, Laird había concluido la construcción de dos
buques similares para los confederados de la Guerra Civil de USA: El Tousson
y El Monassir, aunque fingiendo que ambos buques eran para Egipto. El
agente de los confederados, James Dunwoody Bulloch, contrató la construcción de
los buques en abril de 1862, a un precio cada uno de £ 93,750, sin artillería,(5) refiriéndose
a ellos como 294 y 295, por el número asignado por el astillero a
esas naves, y también llamándolos como rams o arietes, porque tenían
espolón en proa para usarlos en combate para hundir a sus rivales.
Para no romper la neutralidad en
el conflicto y ante las protestas de los diplomáticos estadounidenses, el
gobierno británico detuvo los buques el 9 de septiembre y los confiscó el 9 de
octubre de 1863,(6) pero no hubo perdida para los confederados, porque en 1864 el
gobierno tasó y compró los buques, pagando £ 30 mil más por cada buque sin
artillería, es decir, casi £ 125 mil. Con esto vemos que los £ 100 mil
pedidos a Bolivia por cada buque, era un precio bastante razonable.
Según el historiador naval Oscar
Parkes, las medidas de estos buques eran: eslora 224 pies (ft) y 6 pulgadas
(in), y calado 17 ft (a modo de comparación, el Huáscar tenía 195 ft de
eslora y 15 ft de calado). Su desplazamiento, según Bulloch, era de 1,850
toneladas,(7) pero según Parkes era de 2,751 toneladas largas (8); la
diferencia puede estar en que las 1,850 toneladas serían toneladas de registro,
una unidad de volumen que se usa en embarcaciones, mientras las toneladas
largas sí es una unidad de masa (1 tonelada larga = 2,200 libras o 997.9
kilogramos). Su blindaje en el casco era de 2 pulgadas de hierro en proa y popa
y engrosaba en el centro a 4.5 pulgadas, mientras las torres giratorias y torre
de mando tenían blindaje de 5.5 a 10 pulgadas. Su velocidad era de 10.5 nudos.
En cuanto la artillería, mientras
se estuvieron construyendo esos buques, los confederados no sabían que cañones
iban a llevar. En carta fechada en Liverpool el 20 de julio de 1863, Bulloch cuenta
que pondrá al teniente R.R. Carter, su supervisor en la construcción de los
buques, en comunicación con el capitán Theophilus Alexander Blakely (conocido
como el mejor fabricante de cañones de la época) para que determinen que
cañones deberían usar los blindados.(9) Sin embargo, los buques fueron
embargados antes de que se adquiera artillería para ellos.
Los buques fueron lanzados el 4
de julio El Tousson y el 29 de agosto de 1863 El Monassir, y
fueron terminados el 10 de octubre de 1865. El Tousson pasó a llamarse Scorpion
y El Monassir se bautizó como Wivern. Cada torre giratoria tenía
dos cañones rayados de avancarga, que por ese entonces, se estaban imponiendo a
los cañones de ánima lisa que usaban los monitores estadounidenses y otros
buques. Estos cañones fueron fabricados en los arsenales reales de Woolwich y
eran del calibre de 9 pulgadas, que pesaban 12 toneladas y disparaban proyectiles
de 250 libras de peso.(10) Años después, estos cañones serían copiados por
William Armstrong y fueron similares a los que usaban los blindados chilenos en
1879.
Ninguno de estos buques participó
en alguna guerra. El Scorpion fue enviado a la colonia de las islas Bermuda
en 1869 y allí permaneció hasta 1901, cuando fue utilizado y hundido como
blanco para la marina británica. El Wivern fue enviado a la colonia de
Hong Kong en 1880, en donde permaneció hasta que fue vendido como chatarra en
1922.
Lima Barros
En 1864, Paraguay ordenó la construcción de varios buques blindados en Inglaterra y Francia para la defensa del río Paraná, que al final fueron adquiridos por Brasil. Si bien estos buques fueron diseñados como fluviales, tuvieron capacidad oceánica. Dos de ellos fueron construidos en Laird Brothers: el Bellona y el Minerva, el primero de ellos, una versión más corta del Scorpion y el Wivern, mientras el Minerva era una versión más chica que el blindado peruano Huáscar. Vamos a centrarnos en el Bellona, que era de dos torres giratorias y fue rebautizado por Brasil como el Lima Barros y denominado como fragata acorazada.
El Lima Barros fue lanzado
el 21 de diciembre de 1865 y entregado el 3 de abril de 1866. Su eslora era de
196 ft y su calado de 15 ft 7½ in. Su blindaje en el casco era de 3
pulgadas de hierro en proa y popa, y engrosaba en el centro a 4.5 pulgadas,
mientras las torres giratorias y torre de mando tenían blindaje de 4.5
pulgadas.
Su desplazamiento era de 1,330
toneladas según Robert Gardiner (11) y 1,705 toneladas según de Fernando Ribas
de Martini (12). La diferencia entre uno y otro debe ser al caso anterior:
1,330 deben ser toneladas de registro, una unidad de volumen, y 1,705 deben ser
toneladas largas, unidad de masa. Su velocidad era de 12 nudos.
La artillería eran cañones rayados
de avancarga diseñados por Joseph Whitworth, que se diferenciaban de los
Armstrong y otros cañones de la época, en que tenían el ánima rayada de forma
hexagonal, de tal manera que sus proyectiles eran cilindros largos con forma y
surcos hexagonales de orientación helicoidal. En 1862, una comisión naval
dirigida por Henrique Antônio Batista seleccionó los Whitworth como los cañones que
debían usar la marina brasilera (13) y así fue por muchos años. Cada torre del Lima
Barros montaba dos cañones Whitworth que los brasileros denominaban de 120
libras (lb), que era cañones de 7 pulgadas de calibre, de 16,660 lb (7.6
toneladas) y disparaba proyectiles de 120, 130, 148 y 151 lb de peso, aunque la
marina brasilera seguro contaba con proyectiles de 120 lb.
El Lima Barros participó en
acciones navales en ríos de la Guerra del Paraguay. En septiembre de 1866
bombardeó el fuerte de Curuzu y estuvo en el desastre aliado de Curupayty.
El 2 de marzo de 1868, estando frente a los fuertes de Humaitá, la tripulación
del buque se defendió de un abordaje paraguayo en canoas.
A partir de 1879, el Lima
Barros se quedó convertido en batería flotante, hasta que fue desguazado en
1905.
Prins Hendrik der
Nederlanden
Este buque, a diferencia de los
anteriores, era de francobordo alto, era como una fragata a la que se la había
incorporado dos torres giratorias. Sin embargo, tenía las mismas limitaciones
de todos los buques torre que se construyeron en esa época: sus cañones solo
podían disparar a los costados, no podían disparar en 360°, ni de frente ni
atrás, debido a que se interponían el castillo de proa, toldilla de popa,
trinquete, etc.
El blindado fue puesto en gradas
en agosto de 1865, lanzado al mar el 9 de octubre de 1866 y terminado en marzo
de 1867.(14) Según Gardiner, el Prins Hendrik der Nederlanden desplazaba
3320 toneladas; su eslora era de 240 ft, su manga de 44 ft y su calado de 18 ft;
con una velocidad máxima de 11.4 nudos, un blindaje de 4.5 pulgadas en el casco
y de 5.5 a 11 pulgadas en las torres, y su artillería eran cuatro cañones de 9
pulgadas de calibre -similar al del Scorpion y Wivern- en las
torres giratorias y otros cuatro cañones de 4.7 pulgadas en cubierta, (15)
similar a los cañones de a 40 lb que usaba el Huáscar.
El Prins Hendrik estuvo en
Amsterdam hasta 1876, cuando fue transferido a las Indias Orientales
Neerlandesas (actual Indonesia), en donde estuvo hasta que fue dado de baja en
1899 y finamente, desguazado en 1925.
UN ÚLTIMO INTENTO DE ADQUIRIR
BUQUES BLINDADOS EN 1873
Cuando en 1873 se reavivó el
conflicto limítrofe entre Bolivia y Chile, surgió nuevamente dentro de Bolivia,
el proyecto para mandar a construir buques blindados, aunque no se definió
ninguna especificación técnica como en 1864. Después que la Asamblea Nacional
de Bolivia votó la aprobación el Tratado Secreto de Alianza Defensiva con Perú
el 2 de junio de 1873, se inició el debate y votación de un proyecto para
adquirir buques blindados, que era impulsado por el presidente de entonces,
Adolfo Ballivián. El proyecto era un poco parecido al de Aramayo de años atrás:
refinanciar la deuda boliviana y de paso, obtener fondos para la adquisición de
buques.(16) Lamentablemente, no obtuvo la mayoría de los votos del parlamento
boliviano y el proyecto fue archivado por un solo voto en contra.
El boliviano Alfredo Crespo
escribió lo siguiente: “un militar hizo fracasar el plan de Ballivián. Sometido
el asunto a voto de los diputados se produjo un empate, que debió dirimir su
presidente, un coronel llamado José Manuel Rendón. Este voto en contra haciendo
sobrar anticipadamente esos son blindados quimérico que tanta falta harían
durante la guerra y próxima. Rendón nunca se dio cuenta de la nefasta
consecuencia de su voto reflexivo. si hijo de Marte hubiese permanecido en su
cuartel ocupado en asuntos de su profesión en vez de presidir un parlamento
quizás el curso de la guerra marítima habría tomado otro rumbo. En todo caso
fue este tristemente célebre coronel quien hundió dos barcos de su propia
bandera”.(17)
Fue de esta manera que Bolivia perdió
la oportunidad de tener buques blindados.
VEÁSE TAMBIÉN
- - Los buques que Perú no pudo mandar a construiren 1879.
- - 1879: Los blindados y cañoneras italianas quePerú descartó comprar.
NOTAS
(1) Flores, Yuri (23 de marzo de
2015). Ningún barco boliviano combatió en la guerra. Nombre del sitio
web: https://www.la-razon.com/especiales/2015/03/23/ningun-barco-boliviano-combatio-en-la-guerra/
(2) Crespo Rodas, Alfonso (1981).
Los Aramayos de Chichas. Tres generaciones de mineros bolivianos. Barcelona:
Editorial Blume, pp. 64-69.
(3) Ibidem.
(4) Ibidem.
(5) Bulloch, James Dunwoody (1884).
The Secret Service of the Confederate States in Europe or, how the
Confederate Cruisers were Equipped. New York: G.P. Putnam’s Sons, p. 386.
(6) Ídem, p. 424.
(7) Ídem, p. 384.
(8) Parkes, Oscar (1990). British Battleships. Annapolis: Naval
Institute Press, p. 78.
(9) Bulloch, Op. Cit., p. 413.
(10) Very, Edward W. (1880). Navies of the World giving concise
descriptions of the Plans, Armament and Armor of the naval vessels of twenty of
the principal nations together with the latest developments in ordanance,
torpedoes and naval architecture, and a concise sumary of the Principal Naval
Battles of the last twenty years 1860-1880. New York: John Wiley & Sons,
pp. 182-183.
(11) Gardiner, Robert (1979). Conway's All the world's fighting ships
1860-1905. London: Conway Maritime Press, p. 405.
(12) Martini, Fernando Ribas de (2014).
Construir navios é preciso, persistir não é preciso: a construção naval
militar no Brasil entre 1850 e 1910, na esteira da Revolução Industrial.
Disertación presentada al Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía,
Letras y Ciencias Humanas. São Paulo: Universidad de São Paulo, p. 127.
(13) Ibídem, p. 85.
(14) Silverstone, Paul H. (1984).
Directory of the World's Capital Ships. New York: Hippocrene Books, p. 349.
(15) Gardiner, Op. Cit., p. 372.
(16) Carvajal Pareja, Melitón (1993).
Historia Marítima del Perú. La República 1870 a 1876, T. IX, Vol. 1.
Lima: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, pp. 644-646.
(17) Crespo, Op. Cit., p. 106.
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